Punto y aparte

Soy Melanie, madre de cinco hermosos hijos, uno de los cuales se unió a nuestra familia a una edad más avanzada, cuando tenía 15 años, con un pasado traumático. Desde muy temprana edad supe una cosa con certeza: quería ser madre. La imagen clásica de una casa, un árbol y una mascota me atraía y en cierto sentido he conseguido hacerlo realidad.


Pero como suele pasar en la vida, junto con los buenos momentos, se presentaron acontecimientos que fueron absolutamente traumáticos. Me mostraron el lado negativo de la vida y finalmente toqué fondo. Desde ese valle más profundo invoqué a mi alma gemela. Todavía puedo escuchar claramente las palabras en mi cabeza: "Ven a buscarme ahora, lejos de esta locura". Lo que no sabía en ese momento era lo poderosas que serían mis palabras, porque dos semanas después él estaba parado frente a mí.


La profunda conexión que siempre había existido entre nosotros, y que yo daba por sentado, adquirió un significado completamente nuevo a partir de ese momento. Mi llama interior, que casi se había extinguido por los golpes de la vida, se reavivó cuando tocó la frecuencia de mi alma. En sus ojos recordé quién era yo realmente. Desde ese momento mi vida cambió por completo. Se despertó un fuego, una fuerza dentro de mí que ya no podía negar.


Aunque el reconocimiento del alma estaba allí, nada era como antes. Todo a mi alrededor empezó a desmoronarse, pero una cosa sabía con certeza: este era el camino que debía recorrer. Al principio lo hice por él, porque me mostró cómo me veía. Pero con el tiempo, cuando empezaron a aparecer grietas en nuestra relación (después de todo, ambos estábamos inmersos en lazos kármicos), me di cuenta de que el mayor regalo que me había dado era el camino de regreso a mí misma. Y por eso le estoy eternamente agradecido.


Me he enfrentado a mis demonios más profundos, no sólo como víctima, sino a veces como perpetrador. Al enfrentarme a mis condicionamientos, creencias y mecanismos de afrontamiento profundamente arraigados, me di cuenta de lo mucho que me había alejado de mí mismo. Fue una poderosa llamada de atención y una preparación esencial para el trabajo que ahora hago con plena pasión y dedicación.

El camino de la autenticidad


Llega un momento en la vida de todos en que debemos elegir: ¿seguir a la multitud o atrevernos a defender lo que es correcto, incluso si estamos solos? Porque la verdad en tu corazón merece ser escuchada, aun cuando tu voz tiemble.


La vida no es un camino recto; Es un viaje lleno de giros y desafíos. He viajado a través de la oscuridad de mi propia mente, a través de tormentas de confusión y dolor, para finalmente encontrarme a mí mismo. Porque en última instancia, es la calidad de tus pensamientos la que determina la calidad de tu vida.


Todo es energía y lo controlamos con el poder de nuestros pensamientos. Cuando te das cuenta de que tu mundo interior da forma al mundo exterior, comienza el verdadero cambio. Esto es autodominio a través de la energía.

Nunca dejes que otros definan quién eres. Eres el único que conoce la verdad de tu propio corazón.


A medida que el mundo cambia, nos encontramos ante el comienzo del mayor despertar colectivo que la humanidad haya visto jamás.

Cada paso en este camino puede parecer más difícil, pero no te rindas. Porque no hay nada más poderoso que un alma consciente de su verdad.


En lugar de preocuparte por lo que está más allá de tu control, puedes concentrar tu energía en lo que puedes crear. La charla vacía y la superficialidad no me afectan. Cuéntame sobre tu trayectoria, tus lecciones, tus luchas y tus victorias.


Hay momentos en los que no puedes explicar cómo sabes algo, pero simplemente lo sientes muy dentro de ti.


Así como el agua refleja el rostro, también el corazón refleja la verdadera naturaleza de una persona.


Es difícil explicar el aire a quienes todavía están bajo el agua. Pero cuando miras la vida y sientes paz por los cambios que has realizado, eso es sanación.


Los que juzgan nunca entenderán, y los que entienden nunca juzgarán.


Prepárate para caminar solo, porque muchos de los que emprenden el camino contigo no terminarán el camino.


El amor no es una emoción; Es tu verdadera existencia. La cantidad de amor que das y recibes es un reflejo directo de tu estado actual de conciencia. El amor propio es una lección que viene en mil formas.


Los hechos hablan a tu mente, pero la verdad resuena con tu alma.


Y hoy, hoy elijo hacer lo que otros no se atreven, para que mañana pueda lograr lo que otros nunca podrán.


Esta pequeña luz mía, la voy a dejar brillar.